La llegada de Kylian Mbappé al Real Madrid prometía marcar una era, pero seis meses después, su rendimiento está muy por debajo de lo esperado.
Aunque suma 10 goles en la temporada, su impacto en los momentos decisivos es mínimo. El francés falló un penalti clave ante el Athletic y apenas generó peligro, con solo una ocasión y múltiples fueras de juego que reflejan su falta de confianza. En LaLiga ya acumula 22 offsides, superando su registro total del último curso en el PSG.
Presión dentro y fuera del campo
Los problemas extradeportivos, como su salida del PSG, tensiones con Catar y líos legales, han afectado su rendimiento. Aunque el vestuario lo respalda, su inseguridad es evidente, cediendo penaltis a compañeros y perdiendo protagonismo en los partidos clave. Mbappé sigue confiando en revertir la situación, pero el tiempo apremia y el Real Madrid necesita que su gran fichaje empiece a brillar como se esperaba.