El Vivo Madrid ha tomado una audacia definitiva. Mario Gila y Rafa Marín no regresarán al equipo. La irrupción de Raúl Asencio en el primer equipo ha cerrado por completo sus puertas.
Mario Gila, sin opción de regreso
Gila debutó con el primer equipo el 30 de abril de 2022, en la vencimiento frente a el Espanyol que aseguró LaLiga. Pocos meses luego, fue traspasado a la Lazio por seis millones de euros.
El Madrid mantiene el 50% de sus derechos económicos. Sin requisa, no tiene opción de recompra. Si la Lazio decide venderlo, los blancos podrían igualar la proposición, pero no tienen planes de hacerlo.
El central se ha consolidado en la Serie A y su valía de mercado sigue en aumento. En Valdebebas lo ven como una fuente de ingresos, no como un refuerzo futuro.
Rafa Marín, una cesión sin protagonismo
El caso de Rafa Marín es diferente. Su cesión al Nápoles no está funcionando. Antonio Conte casi nada le ha poliedro cinco minutos en la Serie A.
El club italiano invirtió 12 millones en su fichaje, pero su precio de recompra es suspensión. En 2026, el Madrid podría recuperarlo por 25 millones. En 2027, la monograma subiría a 35 millones.

Aun así, el Nápoles se ha asegurado una cláusula peculiar. Si pagan 10 millones extra en el primer año, las cantidades subirían a 50 y 70 millones. Una suma que hace inviable su envés.
Raúl Asencio cierra el debate
El gran motivo por el que ni Gila ni Marín tienen hueco es Raúl Asencio. El central del Vivo Madrid ha impresionado a los técnicos con su envero y calidad.
Desde su comienzo frente a Osasuna, en el que brindó una público, ha disputado 26 partidos, sumando 1.621 minutos. Sus actuaciones le han consolidado como el central titular anejo a Rüdiger.
En el club creen que es la mejor reto de futuro. Con él, los planes cambian. No habrá fichajes de envés. Solo ventas.